Hoy empieza el verano y este año es probable que estemos más deseosos y necesitados que nunca de tomar el sol, estar al aire libre y darnos unos baños en la playa o en la piscina.
Después de tanto tiempo encerrados nuestro cuerpo necesita del sol para su correcto funcionamiento, ya que favorece la síntesis de la vitamina D, aumenta la absorción de calcio y fósforo, fortalece los huesos, refuerza el sistema inmunológico y equilibra nuestro sistema nervioso liberando serotonina y dopamina, las hormonas de la felicidad.
Pero, por el mismo motivo, también tenemos que tener más cuidado que nunca con el sol, ya que la piel está más sensible y delicada, por ello debemos de tomar una serie de precauciones para evitar sus consecuencias nocivas (quemaduras, manchas, fotoenvejecimiento, melanomas, etc.).
Consejos para cuidar la piel:
- Limpieza y exfoliación. Para conseguir un bronceado homogéneo, bonito y más duradero, debemos de preparar la piel antes de exponernos al sol.
Un buen peeling con su posterior hidratación, nos va a ayudar a eliminar células muertas e impurezas de la piel, dejándola lisa, uniforme y lista para recibir el sol.
A nivel facial, lo ideal sería empezar la temporada con una limpieza de cutis en profundidad. Sin olvidarnos de la limpieza diaria mañana y noche, con limpiadores que eliminen la suciedad sin alterar el manto ácido de la piel.
- Hidratación. Es fundamental mantener la piel bien hidratada, tanto por dentro, ya que con el calor el cuerpo pierde gran cantidad de agua y debemos de reponerla tomando abundantes líquidos, sobre todo agua, zumos, fruta, ensaladas, etc., como por fuera.
Después de la ducha debemos de hidratarnos la piel de todo el cuerpo, ya sea con un after sun, con leche hidratante o con una crema corporal específica (reafirmante, anticelulítica, drenante..), que además de tratarnos la piel, la va a mantener hidratada.
A nivel facial, las cremas antioxidantes, con vitamina C, regenerantes y nutritivas, acompañadas de un serum específico y un contorno de ojos, son la mejor opción ya que nos van a hidratar, proteger y reparar la piel, ayudándonos a evitar el fotoenvejecimiento producido por el sol.
- Protección solar. Debemos de utilizar protector solar siempre, no únicamente cuando vayamos a la playa, sino siempre que vayamos a estar expuestos al sol, en una terraza tomando algo, paseando o haciendo deporte, es recomendable que nos apliquemos crema de protección solar ya que el sol aunque no nos demos cuenta nos está afectando.
Si usamos maquillaje debemos ponernos la protección debajo, o sino, una buena opción sería utilizar un maquillaje o una crema con color con factor de protección 30 o 50, según nuestro fototipo de piel.
Es muy importante que usemos protector solar debajo de las mascarillas, ya que estas no nos protegen de los rayos nocivos del sol y nos podemos quemar la zona sin apenas darnos cuenta.
Si vamos a tomar el sol es recomendable que nos apliquemos el protector solar media hora antes de exponernos y debemos renovar su aplicación cada dos horas aproximadamente, o cada vez que nos metamos en el agua, incluso cuando estemos en la sombra o esté nublado es necesaria una protección adecuada, mínimo 30 FPS, para evitar quemarnos.
- No abusar del tiempo de exposición. Debemos de evitar ponernos al sol en las horas de máxima verticalidad, entre las 12h y las 16h de la tarde. También es recomendable empezar a exponernos de forma gradual, sobre todo los primeros días de playa.
Si queremos cuidar y mantener nuestra piel en buen estado, lucir un bronceado bonito y más duradero y no sufrir consecuencias en el futuro, no debemos bajar la guardia este verano, ya que la piel tiene memoria y lo que hagamos hoy se reflejará mañana en ella.
Te sentirás bien..
Nieves Durán.