La menopausia es una etapa más del ciclo vital de las mujeres, forma parte del proceso natural de envejecimiento y, por tanto, todas las mujeres tarde o temprano vamos a tener que pasar por ella.
Aunque hay una serie de síntomas característicos que se relacionan con la menopausia (sofocos, insomnio, irritabilidad, ansiedad, depresión, disminución de la libido, alteraciones genitourinarias, osteoporosis, hipertensión, etc.), cada mujer va a experimentar esta etapa de forma diferente, ya que está sujeta a una gran variabilidad individual.
En este post nos vamos a centrar fundamentalmente en los cambios que se producen en la piel con la llegada de la menopausia y daremos algunas claves para prevenirlos y mejorarlos.
¿Qué es la menopausia?
La menopausia es el cese permanente de la menstruación durante doce meses consecutivos, secundaria a la pérdida de actividad hormonal en los ovarios.
Hay que diferenciar entre la premenopausia, que es el período que comprende desde los primeros desarreglos hasta la llegada de la menopausia propiamente dicha, es decir, cuando llevamos 12 meses seguidos sin la menstruación y la postmenopausia, que comprende entre los 5 y 10 años posteriores a la menopausia.
En general, suele producirse entre los 45 y los 55 años de edad.
¿Cómo afecta la llegada de la menopausia a nuestra piel?
Los efectos que provoca la menopausia en la piel tienen que ver fundamentalmente con la disminución de los estrógenos u hormonas femeninas, ya que estos se encargan de aumentar el grosor de la piel y de mantenerla húmeda y elástica. Por tanto, su ausencia va a provocar:
- Una piel más deshidratada, seca y con aspecto rugoso.
- Mayor número de arrugas y más profundas.
- Pérdida de firmeza, las fibras de elastina y colágeno se degradan y la piel se descuelga, generando mayor flacidez, sobre todo en el óvalo facial y parte inferior del rostro, cuello, brazos y cara interna de las piernas.
- Pérdida de luminosidad y vitalidad.
- Aparición de manchas, especialmente en cara, dorso de las manos y escote, debido a alteraciones en la distribución de los melanocitos.
- Aumento de peso, de grasa a nivel abdominal y retención de líquidos.
Claves para prevenir y mejorar los efectos de la menopausia en la piel.
Si tenemos en cuenta que a esta etapa hay que sumarle los cambios propios de la edad y la contribución de los factores externos, debemos de empezar a cuidarnos cuanto antes para intentar minimizar y retrasar el proceso de deterioro, manteniendo una serie de hábitos saludables.
Debemos de:
- Llevar una alimentación sana y equilibrada.
- Beber abundante agua.
- Hacer ejercicio físico de forma regular.
- No fumar.
- Limitar las exposiciones al sol y utilizar cremas protectoras a diario.
- Limpiar la piel, por la mañana y por la noche, con limpiadora y tónico.
- Hidratar la piel, mañana y noche, con los cosméticos adecuados a las características y necesidades de la piel, contorno de ojos, serum, crema hidratante y/o regenerante.
De forma complementaria a estos cuidados básicos, hacernos tratamientos en cabina más específicos, tratamientos faciales (antiedad, antiarrugas, regenerantes, hidratantes, despigmentantes, etc.) y corporales (masajes, tratamientos reductores, reafirmantes, etc.) van a contribuir a una mejora significativa del estado de nuestra piel y de nuestro aspecto, retrasando más el proceso de envejecimiento.
Si tienes alguna duda o consulta, contamos con un equipo multidisciplinar dispuesto a asesorarte y ayudarte, así que no dudes en ponerte en contacto con nosotras.
Te sentirás bien por dentro y por fuera.
Nieves Durán.