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Autoimagen y autoestima

¿Alguna vez te has parado a pensar qué imagen tienes de ti mismo? ¿Cómo te ves? ¿Cómo te valoras? ¿Cómo te hablas y qué te dices?

La imagen que tenemos de nosotros mismos, cómo nos vemos y cómo nos valoramos es fundamental en todas las facetas de nuestra vida, ya que va a determinar cómo nos sentimos y cómo nos comportamos.

Nuestra autoimagen la hemos ido creando a lo largo de nuestra vida, desde nuestra infancia hasta día de hoy, en base a nuestras experiencias y creencias, y también en función de cómo nos ven los demás o cómo percibimos que nos ven.

La valoración que hacemos de nuestra autoimagen es nuestra autoestima, es el amor que nos tenemos a nosotros mismos, el aceptarnos tanto con nuestros defectos como con nuestras virtudes y va a depender en gran medida de si  a lo largo de nuestra vida nos hemos sentido reconocidos, queridos o aceptados.

Esta autovaloración va a influir directamente en los logros y relaciones de nuestras vidas. De modo que las personas con una autoestima sana se van a sentir bien consigo mismas, van a apreciar su propia valía y van a estar orgullosas de sus capacidades, habilidades y logros y por tanto, les va a resultar más fácil enfrentarse a cualquier reto en su día a día. Sin embargo, las personas con una autoestima baja van a sentir que no valen lo suficiente, que hagan lo que hagan nunca estarán a la altura, que nunca van a gustar, que nadie los aceptará tal y como son o que no son buenos en nada, y  por tanto, siempre se van a sentir inseguras, van a encontrar limitaciones en todo y van a anticipar fracasos a la hora de enfrentarse a los mismos retos diarios.

¿Cómo podemos mejorar nuestra autoestima?

  • Diálogo Interno. Es la base para empezar a valorarnos y a enfrentarnos a nuestros retos. Identifica frases del tipo, “soy tonto, no soy capaz, soy un desastre, no sirvo para nada, no puedo o  no les gusto a los demás”. Y empieza a transfórmalas por otras más positivas. Halágate, trátate con cariño y con respeto.
  • Acéptate tal y como eres. Esto no significa resignarse. Sino más bien, apartar los sentimientos de rechazo sobre lo que no nos gusta de nosotros mismos. Focalízate en tus virtudes y  trata de mejorar tus puntos débiles.
  • No generalices ni te compares con los demás. Un hecho no significa un todo. Porque falles una vez en algo no quiere decir que seas malo en ese tipo de actividad. Cada uno somos seres  únicos e irrepetibles, cuando te compares, hazlo para aprender de lo que te gusta de los demás y no para criticarte o desvalorarte.
  • Ponte metas realistas. Dedícate tiempo y reflexiona sobre lo que quieres, toma una decisión y esfuérzate día a día con pequeñas acciones en conseguirlo.

Gozar de una buena autoestima y de una buena autoimagen  por tanto es fundamental  ya que de ellas va a depender en gran parte la realización de nuestro potencial personal y nuestros logros en la vida.

Te sentirás bien..

María Rey Durán.

Psicóloga & coach para el bienestar emocional.

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Claves para gestionar la ansiedad ante la nueva normalidad

En este post os voy a dar algunas claves que os van a ayudar a gestionar la ansiedad que nos puede provocar la situación excepcional que estamos viviendo.

En primer lugar, debemos de asumir y aceptar que las cosas no van a ser como antes, ni probablemente como nos gustaría que fueran, pero la vida es un proceso de cambio constante y no nos queda más remedio que adaptarnos a la nueva realidad, así que cuanto antes lo hagamos mejor para nosotros.

¿Cómo podemos hacerlo?

Claves:

  • Siendo pacientes y comprensivos, tanto con los demás como con nosotros mismos. Estamos ante una situación nueva, delicada y llena de incertidumbres para todos, y más que nunca tenemos que apoyarnos mutuamente, ser tolerantes, comprensivos y pacientes y remar juntos en la misma dirección.
  • Controlando nuestros pensamientos negativos y nuestro diálogo interno, ya que de ellos va a depender como nos vamos a sentir y en función de como nos sintamos vamos a actuar y en función de como actuemos vamos a conseguir unos resultados u otros.
  • Aceptando nuestras emociones negativas como algo normal dadas las circunstancias, es muy importante que nos hagamos conscientes de cuáles son nuestras emociones, ya que están ahí para señalarnos aquello que nos preocupa, y una vez que sabemos qué es aquello que nos preocupa es cuando podemos empezar a tomar las medidas necesarias para buscarle soluciones.
  • Con flexibilidad mental, ya que estamos viviendo una situación de constante incertidumbre que requiere que nos vayamos adaptando, casi día a día, a las nuevas circunstancias, y desde una postura rígida difícilmente podremos alcanzar nuevas soluciones.
  • Dejando a un lado el victimismo y la autocompasión, ya que no nos ayudan a solucionar nada, lo único que hacen es generarnos sentimientos negativos y paralizarnos y lo que tenemos que hacer es todo lo contrario, ponernos en marcha y tomar las riendas de nuestras vidas.
  • Analizando nuestra situación y haciéndonos conscientes tanto de los recursos y herramientas que tenemos como de aquellos que necesitamos adquirir, así como de los posibles obstáculos que nos podemos encontrar en el camino.
  • Centrándonos en las posibles soluciones y en aquello que queremos conseguir, no en los problemas o de donde nos queremos ir. A la mente tenemos que darle una dirección y esa dirección tiene que ser nuestra meta.
  • Con una actitud positiva y proactiva. Nuestra actitud ante las cosas es fundamental, el que tiene una actitud permanente negativa solo va a ver lo malo y las desgracias y su mente es lo único que va a ser capaz de anticipar. Y como todo en la vida, todo tiene su cara y su cruz y somos nosotros los que tenemos que decidir en cuál de ellas nos queremos fijar.

Estas son algunas de las claves que te van a ayudar a prevenir y gestionar la ansiedad que puedes sentir tanto ante esta nueva realidad en la que estamos inmersos, como en cualquier otro momento de tu vida.

Te sentirás bien..

María Rey Durán.

Psicóloga & coach para el bienestar emocional.

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Claves para mantener una buena salud emocional mientras permanecemos en casa

Si cuidas de ti, cuidas de todos. Hoy más que nunca somos responsables y debemos quedarnos en casa por el bienestar de todos. Por eso os doy algunas de las claves para mantener una buena salud emocional mientras permanecemos en casa.

Claves:

  • Piensa que estamos viviendo una situación excepcional por la que estamos pasando todos, pero que tiene un fin y que cada día que pasa, si cooperamos y actuamos de forma responsable, altruista y generosa, ese fin está más cerca.
  • No dejes que los pensamientos negativos y catastrofistas se instalen en tu mente, no anticipes situaciones que no sabes si van a ocurrir o no y en el caso de que ocurran no sabes cómo van a ser.  Preocupándote no vas a solucionar nada, lo único que vas a conseguir es sentirte peor y bloquear tu mente, cuando llegue el momento ya te ocuparás y buscarás las soluciones adecuadas a la situación que se te presente, así que cuando te invadan este tipo de pensamientos hazte preguntas que te ayuden a racionalizarlos , como por ejemplo: ¿qué tiene de cierto esto que estoy pensando? ¿estoy anticipando algo que no sé si va a suceder? ¿puedo hacer algo en estos momentos para mejorarlo? ¿este pensamiento me está beneficiando de alguna forma? ¿qué puedo hacer para sentirme mejor?
  • Céntrate en lo que puedes hacer en estos momentos, no en lo que no puedes hacer. Elaborar una lista con cosas que puedes hacer te va a ayudar a focalizar tu mente.
  • Aprovecha el tiempo para hacer todas aquellas cosas que normalmente no puedes hacer en casa por falta de tiempo (dedicarle más tiempo a tu familia, leer, ordenar, cocinar, pintar, meditar, etc.)
  • Mantén una serie de rutinas diarias, levántate a una hora determinada, dúchate y arréglate, haz algo de ejercicio físico, aliméntate de forma sana y equilibrada, etc.
  • Realiza distintas actividades a lo largo del día, no te pases todo el día haciendo lo mismo, hacer cosas distintas nos hace sentir mejor.
  • Planifica cada día y ponte objetivos, te va a ayudar a organizar y aprovechar mejor el tiempo y darle un sentido al día. Pero no hace falta que ocupes todo el tiempo, aburrirse también es sano y necesario ya que nos ayuda a conectarnos con nuestro interior y con nuestras emociones, así como a desarrollar nuestra creatividad.
  • Mantén la comunicación con familiares y amigos, no te aísles, es un buen momento para ponerte al día con viejos amigos o familiares lejanos, eso sí habla de distintos temas, no te focalices sólo en uno.
  • Tira del sentido del humor y de la risa, ponte películas y monólogos divertidos, haz un poco el payaso, escucha chistes, o lo que sea que te haga reír, el humor y la risa nos hacen sentir bien ya que nos ayudan a liberar endorfinas.

En definitiva, estas son algunas de las claves que te van a ayudar a sobrellevar mejor esta situación excepcional a la que todos nos estamos enfrentando y en la que todos más que nunca debemos de permanecer unidos remando en la misma dirección. Quédate en casa por tu bien y el de todos.

Te sentirás bien…

María Rey Durán

Psicóloga & coach para el bienestar emocional.

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Propósitos saludables para el nuevo año

Empieza un año nuevo y la mayoría nos proponemos cumplir una serie de propósitos que consideramos beneficiosos para nuestra salud o para nuestra vida en general (cuidarme más, bajar de peso, comer más sano, beber menos alcohol, hacer deporte, etc.) Estos propósitos suelen ser los mismos que nos hemos propuesto el año anterior y el anterior pero que hasta ahora no hemos sido capaces de llevar a cabo.

  1. Propósitos
  2. Nos decimos “venga en enero empiezo, año nuevo vida nueva” “está vez va en serio, no me vuelve a pasar lo del año pasado” y empieza enero pero aún queda Reyes, después la vuelta a coger el ritmo de la rutina y cuando nos damos cuenta enero ya pasó y febrero qué corto es! y con los carnavales de por medio, pero “en marzo empiezo fijo”.

    Y un día por otro, una semana por otra, un mes por otro, nos pasamos la vida procrastinando, o lo que es lo mismo, posponiendo y retrasando nuestros propósitos y buscando y poniéndonos excusas de todo tipo para no sentirnos mal.

  3. ¿Qué nos impide llevar a cabo nuestros propósitos?
  4. La comodidad ,la inercia, la rutina, la zona de confort, la falta de motivación, las excusas y el conformismo.

    Somos “animales” de costumbres y romper hábitos nos cuesta mucho, sobre todo aquellos hábitos que apenas nos suponen esfuerzo. Es mucho más sencillo y más cómodo quedarnos en nuestra zona de confort que salir de ella.

    Siempre nos ponemos algún tipo de excusa de porque todavía no hemos empezado para autojustificarnos.

    Entonces es cuando empezamos a conformarnos con como están las cosas, con como estamos nosotros, con nuestras rutinas y hábitos y comenzamos a decirnos cosas tipo “es que no tengo tiempo para nada” “con mis horarios es imposible seguir una dieta” “tampoco estoy tan mal” “no todo va a ser sacrificio” “hacer deporte no es tan sano porque mira lo que le pasó a fulanito..” “a quién le amarga un dulce“ “pero de verdad que después del verano me organizo y empiezo”.

  5. Entonces ¿qué podemos hacer para conseguir cumplir nuestros propósitos?
    1. Marcarnos objetivos concretos.
    2. Si nuestro propósito es bajar de peso, debemos poner el peso al que queremos llegar y la fecha en la que lo queremos conseguir.

      Por ejemplo, si peso 70 kg y quiero llegar a los 62 kg, en semana Santa, nuestro objetivo será bajar 8 kg en 3 meses.

      Una vez marcado el objetivo tenemos que ver si es razonable, realista y alcanzable, si no lo es tenemos que replantearlo y si sí lo es tenemos que pasar al siguiente paso.

    3. Planificación de acciones concretas para alcanzar el objetivo.
    4. Tenemos que hacer una lista con las cosas que nos van a ayudar a conseguir nuestro objetivo.

      Por ejemplo, hacer una dieta (por mi cuenta o con ayuda de un profesional, tipo de dieta, organizar la compra de la semana y las comidas etc.), hacer deporte (anotarse en un gimnasio, ver qué días voy a ir y a qué actividades), empezar un tratamiento estético para obtener resultados más rápidos y efectivos (llamar a Nieves para que me asesore y coger citas), etc.

    5. Compromiso y motivación
    6. Una vez que tenemos el objetivo concreto y las acciones que tenemos que llevar a cabo para conseguirlo debemos de ponernos a ello ya, debemos de comprometernos con nuestro objetivo y sobre todo con nosotros mismos.

      Para ello es muy importante la motivación, y una buena forma de conseguirla es imaginando que ya hemos conseguido nuestro propósito y lo bien que nos sentimos con esos kilitos de menos.

    7. Comprobación
    8. A medida que va pasando el tiempo tenemos que ir viendo y comprobando si nuestras acciones nos están acercando a nuestro objetivo o no. En caso afirmativo seguiremos con nuestro plan y en caso negativo tendremos que hacer un análisis de la situación y un replanteamiento de la estrategia a seguir.

      Ahora que ya tienes alguna de las claves necesarias para alcanzar tus propósitos ¿a qué esperas para ponerte manos a la obra?

Te sentirás bien..
María Rey Durán.
Psicóloga & coach para el bienestar emocional.

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Claves para disfrutar de las fiestas sin coger kilos de más

Las navidades son unas fechas muy dadas a los excesos, comemos y bebemos más de la cuenta y como consecuencia solemos coger unos kilitos de más y ya sabemos lo fáciles que son de ganar y lo difíciles que son de perder!!

En este post te vamos a dar algunas de las claves para evitar coger esos kilos de más sin tener que renunciar a disfrutar de las fiestas.

  1. Lo más importante es aumentar nuestro grado de consciencia, es decir, tenemos que salir del modo piloto automático y hacernos conscientes de todo lo que comemos y bebemos y de cuándo lo hacemos, para así poder controlarlo y no comer por comer. Es muy frecuente mientras esperamos por la comida que nos pongamos a comer pan, o cuando estamos de sobremesa que no paremos de picar dulces sin a penas darnos cuenta, y simplemente aumentando nuestro nivel de consciencia sobre lo que hacemos es como podemos decidir evitar este tipo de conductas.
  2. Cuando vayamos a comer algo debemos de hacernos la siguiente pregunta: ¿esto que voy a comer es porqué realmente tengo hambre o me apetece o lo voy a comer por comer? Haciéndonos esta sencilla pregunta podemos evitar comer de más.
  3. Comer por aburrimiento está prohibido, cuando estemos en casa aburridos y tengamos la tentación de ir a la cocina a por chocolate, galletas, patatas fritas o lo que sea que nos apetezca, que nunca es una manzana, tenemos que recurrir a la pregunta anterior  “¿esto que voy a comer es porque realmente tengo hambre o lo voy a comer por aburrimiento?” y buscar algún tipo de entretenimiento que nos distraiga y nos evite comer por comer.
  4. No debemos de saltarnos comidas, ya que si nos saltamos por ejemplo la comida porque sabemos que tenemos una cena importante, lo único que vamos a conseguir es llegar muertos de hambre a la cena y comer en exceso por ansiedad, así que es mejor comer ligero y no llegar con tanta hambre a la hora de la cena.
  5. Si te excedes en alguna de las comidas del día intenta que el resto sean lo más ligeras posibles para compensar el exceso realizado y si eso no es posible, haz algo de ejercicio para quemar las calorías de más, camina entre 40 y 60 minutos a paso ligero o sal a bailar, la cuestión es no quedarse sentado todo el día.

En resumen, si queremos disfrutar de las fiestas sin arrepentirnos después de los excesos, tenemos que tener en mente nuestro objetivo y actuar con coherencia, siendo conscientes en todo momento de lo que hacemos y por qué lo hacemos y llevando a cabo las conductas compensatorias necesarias.

Te sentirás bien..

María Rey Durán.
Psicóloga & coach para el bienestar emocional.

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¿Quieres bajar de peso? Las emociones son la clave.

Cuando queremos bajar de peso uno de los factores más importantes a tener en cuenta son las emociones, sí has leído bien, nuestras emociones juegan un papel fundamental a la hora de controlar nuestro peso y son uno de los principales obstáculos cuando nos queremos poner a dieta y adelgazar.

  1. ¿Cómo influyen nuestras emociones?

  2. Las emociones guían nuestros comportamientos, aunque en muchas ocasiones no seamos conscientes de ellas, están detrás de todos nuestros actos, hábitos y conductas, nos movemos por emociones, ya que actúan como un motor que nos acerca hacia aquello que nos produce placer y nos aleja de lo que nos produce malestar.

  3. ¿Sabes qué emociones te impulsan a comer?

  4. Alguna vez te has parado a pensar..
    ¿Por qué comes la mayoría de las veces? y ¿por qué comes lo que comes? ¿es por qué realmente tienes hambre? o quizás, porque estás tratando de satisfacer algún estado emocional.
    ¿Sueles comer cuándo sientes tristeza? ¿aburrimiento? ¿estrés? ¿enfado? ¿ansiedad? ¿alegría? y ¿cuándo te sientes vacío?
    Saber qué nos impulsa a comer es muy importante para llevar a cabo las medidas adecuadas para poder controlarlo.

  5. ¿Cómo afrontas tus estados emocionales?

  6. Muchas veces tratamos de satisfacer nuestras emociones a través de la comida, utilizamos la comida como una vía de escape, como una forma de calmarnos, para no tener que enfrentarnos a nuestros problemas y afrontarlos. Y está claro que esa no es la solución, es más, se puede llegar a convertir en un problema.
    Por tanto, debemos aprender a identificar nuestros estados emocionales y a gestionarlos de manera adecuada para nuestro bienestar tanto emocional como físico.

  7. ¿Por qué comer nos relaja?

  8. Comer nos relaja porque a lo largo de nuestra vida hemos ido asociando la comida al bienestar, tanto a través de nuestra propia experiencia, como de lo que hemos ido aprendiendo y observando.
    Alguna vez te has parado a pensar…
    ¿Qué hacen las madres y los adultos para intentar calmar a los bebés y a los niños cuando no saben qué les pasa o para que se tranquilicen? Les dan el pecho, el biberón, el chupete, un trozo de pan o una chuche.
    ¿Cómo se consuelan en las películas cuando tienen algún desengaño amoroso o están tristes? Básicamente poniéndose las botas con comida basura y helados.
    ¿Qué hacemos cuando queremos celebrar algún acontecimiento? Nos reunimos para comer y beber.
    Sí, nuestro mundo emocional gira alrededor de la comida. A lo largo de nuestra vida y de forma inevitable hemos ido asociando la comida con nuestros estados emocionales sin apenas ser conscientes de ello, y la mayoría de las veces nos ponemos a comer sin saber por qué y sin querer hacerlo.
    Por todo ello y en conclusión, es fundamental cuando nos ponemos a dieta o queremos controlar nuestro peso, hacernos conscientes de nuestras emociones, aprender a identificar qué estamos sintiendo y cómo podemos afrontar o gestionar esos sentimientos de una manera más beneficiosa para mejorar nuestra relación con la comida y alcanzar nuestros objetivos.

    Te sentirás bien.
    María Rey Durán
    Psicóloga & Coach para el bienestar emocional.

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